Madrugadas
Aquí
Aquí,
lejos
de la razón,
hay
palabras con sentido,
hay
momentos frágiles de luz
donde
el tiempo sabe esperar,
las
ideas se alinean con esencia astral
y
el espacio es el espacio
donde
cabe la ilusión.
Todo
sucede en el momento ideal
y todo cambia para ser eterno,
en
este lugar no hay presente,
aquí
se habla en tiempo pensado;
donde
las palabras no pierden su sentido
pero
sí cambian su valor.
Éste
no es un lugar prometido,
es
un lugar de verdad,
aquí
no existe la mentira,
porque
todo es posible
siempre
y cuando sea irreal,
aquí
tu nombre no está prohibido,
aquí
no hay leyes
sin
voluntad;
pero
la palabra nunca,
nunca
debe ser dicha
y la
palabra siempre tampoco,
porque
nada es imposible
y lo
posible no es eterno.
De mis ojos
Resbala
desde el cielo
otro
cielo más azul,
más
profundo,
entre
mejillas vivas,
se
eleva la mirada
y
cae un sentimiento.
Y
brota una palabra
sin
sonido,
sin
boca,
sin deseo.
La
expresión de una ceja,
una
pestaña,
de
un cristal…
la
tristeza.
Desde lejos
Desconozco
la voz
de
quien habla al compás
de
mi mirada,
no
sé nada de ti
y sé
poco del tiempo,
y si
Platón supiera
que
su amor no existe,
yo
no tendría motivos
para
escribir esta noche,
y no
estuviera triste
ni estuviera
alegre;
y
tendría las manos libres
para
dibujar tu mirada,
una
silueta mojada,
un
pensamiento sin tiempo
ni
distancia;
una
idea del pasado
y
una sonrisa callada
que
delata lo imposible,
y el
amor que siento
por
el presente.
Allá
la distancia es sorda,
aquí
la distancia es muda,
viajan
las palabras sin sonido
pero
entre amigos no hay adiós,
no
hay olvido.
Expresión
A
veces me siento tan solo
y
con tantos pensamientos,
que
mi voz toca el silencio,
se
olvida del tiempo
y
agudiza el sonido que hacen las hojas
al
caer al olvido.
Son
tantas cosas que pasan
y
tan pocos mis sentidos,
que
a veces percibo el viento,
y a
veces, sólo mis latidos y el tiempo.
He
buscado con tesón un instante
que
dé libertad a mis ideas,
y un
momento de locura
que
dé sentido a lo que siento.
El
tiempo viene brillante
y el
camino se torna oscuro,
la
soledad se desvanece ilusa
y el
silencio se va con un suspiro.
He
llegado de pronto
y de
pronto me he ido,
yo
no sé por qué siento lo que siento,
por
eso lo escribo.
ILUSIÓN
Las
horas para mañana
ya
se usaron desde hoy,
y
las palabras que quiero
ya
las tiene alguien más,
he
perdido las ganas de hablar
pero
no las de luchar;
tomo
un fusil cargado de verdades,
escucho
a Dios por un instante
y
vuelvo a dormir.
Despierto
con un puñado de sueños,
los
lanzo por la ventana
y
vuelan al sur,
tocando
las nubes
y
rozando la libertad,
mientras
mueren mis hermanos en la soledad,
todos
juntos en la soledad;
en
la montaña, en el bosque,
la
arena y el mar;
con
la sombra, el tirano,
la
tristeza y la paz.
La palabra
La
primera palabra es la que crea,
la
primera palabra es la que existe,
la
primera,
la
primera y nada más.
la
palabra sin el tiempo,
la
palabra sin el miedo,
la
palabra sin pasado;
la
que surge del instante frágil del pensamiento.
Simplemente
sabia
y
sabiamente simple;
no
la que escribo
ni
la que pensé,
la
que habita dentro de todo
y de
todos;
la
que sin forma ni sonido
dibujó
la vida;
aquélla
que no puedo escribir,
aquélla
que no he de cambiar,
hermana
del destino, instinto,
amor
y libertad.
Los misterios de la vida
Los
misterios de la vida
no
lo sabe la muerte,
ni
el pasado,
ni
los ojos tristes;
soy
feliz
pero
no me cuaja la costumbre.
Una
a una cuento las estaciones,
las sombras tibias,
mis
huesos congelados,
la
lluvia
y el
verano confundido.
La
reina calavera me ha tocado
me
ha tocado el amor,
me
ha tocado la duda,
la
satisfacción.
Hay
distancia en una idea,
entre
la materia y yo,
no
hay un vacío,
hay
soledad.
He
caminado mis pasos
una
y otra vez
he
avanzado, y he caído…
eran
mis pasos.
He
derramado tinta azul
y
tinta roja,
una
cinta delgada
y un
hilo de sangre.
He
vivido el hambre
y he
visto morir la esperanza,
he
probado la abundancia
y la
he dejado;
si
la muerte me detiene algún día
se
sabrá sin duda
que
no habré llegado hasta donde pude,
habré
llegado hasta donde quería.
Palabras de otro día
Hoy
pueden ser canción
las
letras que escribía,
tu
voz en mi oración,
tu
imagen
y el
silencio.
Las
frases que olvidé
las
tengo todavía,
las
guardo en un rincón
debajo
de los días.
Y
qué voy a decirle al tiempo
y al
pasado,
qué
diré de ti,
si
sólo sabía tu nombre
mas
no te conocía.
Tenía
tantas cosas que decir
y
nunca dije nada,
ahora
soy el pasado
y
soy el silencio.
No puedo
evitar pensar en ti
y lo
he pensado,
estoy
aquí
sin
palabras de razón,
con
nostalgia
o
alegría
y
con palabras,
…palabras
de otro día.
Las cosas simples
Puedo
entender lo complicado
a
través de las cosas simples,
aprender
del silencio
el
valor de un pensamiento,
y a
llenar con tiempo
los
vacíos del alma.
Yo
sé hasta donde
llegan
mis brazos
pero
no hasta donde
ha
llegado mi imaginación.
Soy
un completo desconocido
cuando me lleno
de soledad,
y desde
un rincón mi palabra
suena
triste y azul.
Esta
noche no hay palabras,
ni
sentido,
no
hay razón para mi locura
y
sin razón lo digo,
y
sin embargo,
no
dejo de pensar
en
los zapatos,
que
afuera tienen frío.
La voz del mar
Quiero
la voz del sonido que hace el mar
y
sentir con sus sentidos,
tocar
la vida envuelta en mi palabra
y
con las olas palpar la tierra,
a
falta de ojos imaginar la arena
de
un mundo sin fronteras para el viento,
subir
y bajar mareado
al
compás de la luna,
sin
dejar de respirar de las nubes,
beber
de los ríos.
Ser
sincero y ser profundo,
hoy,
ser como el mar,
libre
y violento,
y
descansar de ser humano.
Pero
hoy sentado
sobre
la arena,
quiero
la voz del sonido
que
hace el mar,
pero
no quiero el olvido.
Un verso
Quiero
un verso
que
quepa en el mar
así como
en tus ojos,
quiero
un verso
que
quepa entre mis dedos
y
que pueda escribir antes y después de ti,
quiero
un verso tan frágil como la verdad
y
tan liviano como un suspiro.
Quiero
un verso
que
me lleve a la paz
y
guste entre tus labios,
quiero
un verso
que
con su sonido me dé tu presencia
y no
se vaya jamás.
Recuerdos
Como
nace el tiempo
nace
mi memoria,
sin
antes ni después,
en
un instante de luz…
de
conciencia.
Nacen
los sonidos,
la
tibia madrugada,
los
grillos,
la
paz.
Un
horizonte blando,
un
regalo;
la
vida fluye entre mis labios,
la
sonrisa.
Soy
quién y soy dónde,
un
ser absoluto,
soy
el hoy
y
soy finito.
Si nos queda la vida
Si nos queda la vida,
la
palaba amor importa,
no
importan las razones…
importas
tú.
Si
un rayo de sol toca tu mano
y te
quedan los sentidos,
no
digas nada,
ama.
Y si
un día de estos
ya
no puedes entenderme
busca
este momento
y
olvídame…
olvídame
si puedes.
Y si
nos queda la vida
una
tarde cualquiera,
y
somos dos
y
hay recuerdos,
dime
adiós si quieres,
pero
no te olvides de mi amor.
Si pudiera
Si
pudiera escribir
la
paz,
la
escribiría,
y
usaría mi voz
como
arma fría,
para
apagar el deseo
de
hacer daño.
Las
palabras lastiman
y el
silencio mata,
el
amor convive
con
lo bueno y con lo malo
y
sigue siendo amor humano.
A
veces dormimos en paz
y
despertamos en guerra,
después de todo,
el
tiempo espera
y
los momentos pasan.
Yo
no voy a escribir mis tristezas,
ni
desangrar mi palabra
al
hablar de la vida
y
decir la verdad,
esconderé
la herida
entre
unas líneas,
detrás
del silencio
que
deja la soledad.
Soy
pasajero del mundo,
la
sonrisa de mi patria
y el
color de mi bandera;
no
tengo himno
ni
oración,
tengo
buenos deseos
para
el que me hace bien
o me
hace mal.
Nací
en abril
sobre
la tierra que quiero,
he
vivido y vivo,
habito
un cuerpo forastero,
me
he ganado mi destino
y mi
muerte en enero.
Eterno
A
veces entiendo la vida,
a
veces, la siento;
soy
llanto, soy alegría,
soy
protesta y plegaria
que
se oculta de la noche,
que
no sabe del día
ni
de los ojos de la mentira;
soy
manada de sentimientos
debajo
de una piel humana;
un
sendero vago de razón,
agudo
y grave.
Es
exacta la creación divina
y
metafórico el aliento de Dios,
deriva
sobre una cadena mi expresión
precursora
del destino,
yo
no acuso al pasado
ni
sostengo la paz como individuo,
la
pronuncio como el viento que trae el sonido;
a
veces entiendo la vida,
a
veces la siento,
¡y
qué le importa a la vida!
¡y
qué le importa a la eternidad!
Vacío
Vacío
es la palabra más completa,
es
el todo y nada,
es
la letra quieta,
la
hora envenenada.
Vacíos
son los ojos del mendigo,
llenos
de un deseo muerto,
de
un mañana incierto
y
del hoy que sigo.
Quién
quisiera sentirse vacío
y
vivir mañana el hoy cautivo,
como
quien se siente vivo
en
un día más allá de lo tardío.
Vacío
es un antes y un después,
lejos
de tus pensamientos,
de
tus sueños,…
lejos
de lo que has vivido.
A Valeria,
a quien dedico
todo mi amor
y toda mi vida
Distancia
Puedo
pedirte que me escuches
nada
más este silencio,
que
me olvides esta noche
y no
sientas lo que siento.
Esta
palabra no te toca
ni
te busca el pensamiento,
sólo
busca la distancia
y
vuelve a mi boca.
Puedo
respirar tu nombre
sin
tocar tu voz,
vivir
de la locura,
sin
pan ni Dios.
La
soledad es fiel a mi tristeza
y aún
recuerdo la felicidad,
recuerdo
tu recuerdo.
A
veces hablo de enero
y
los diciembres de mi vida,
pero
mañana, en julio será primavera
y
será flor por la mañana,
y
será el amor…
… de
toda mi vida.
Dime
Dime
como quieres que te llame
esta noche.
Dime
si eres precursora
de la muerte,
si te importa el tiempo,
mi tiempo.
Dime
de tu destierro
que en multitudes
se imagina,
se sueña.
Dime
¿por qué vuelves
a pesar de todos?,
¿no te importa?
No esperes que te
quiera….
es costumbre
y no te espero
en esta habitación.
Tú no sabes
lo que siento
ni lo puedes imaginar,
me criticas en silencio
y te vas.
Pero siempre regresas
porque eres ese vacío
que en cada esquina
me sabe esperar.
Tu distancia
Es por esta vieja costumbre
de morirme en sábado
que estoy triste.
Porque son los lunes
cuando te sueño.
Es por esto
que tengo mis huesos tibios,
a mi costado
y sin poderse despedir.
Tú me tienes olvidado,
te llamas distancia,
y me saludas
con mi propia memoria.
Y se van llorando los domingos,
pero es por esta vieja costumbre
de morirme en sábado
que estoy triste
y si hoy soñarte puedo
será desde la muerte.
La última noche
Me parece bien
que esta noche sea triste,
y que duermas olvidando…
me gustaría.
Me parece bien
ser el silencio
y volver a tu camino…
éramos.
Ya no sueñes mis pecados
que mi frente será otra,
ya me voy
y no me esperes,
para poder volver.
Madrugada
No habían palabras, trazos, ni dibujos,
nada;
yo sí entiendo
pero no cabe dentro de un algo.
Soy otro en contra mía
yo contra otro,
y los dos perdemos…
siempre.
Otro día no es otra vida,
mis dedos no mienten;
y mi vida no es de otro
aún no siendo mía.
Hay noches que duermen
y mañanas que nunca despiertan,
y nunca se despiden,
nunca regresan.
En medio de tanto vacío
entró por la ventana un sueño mío,
la voz que hablaba de olvido,
y me dijo: “sólo duerme”
con tus pensamientos perdidos….
Pero no prometo nada al amanecer.
Siempre
Si estuvieras conmigo
no volverías a dudar,
porque pensarías lo que pienso
y descansarían tus palabras.
A veces preguntarías
cuál de las distancias importa,
pero siempre guardarías tu voz
para decir te amo.
Que sería de la vida
sin el sufrimiento,
y de Dios sin plegarias,
sin demonios.
Estos sueños
no parecen tener noche,
ni sabores
ni saber nada.
Soy el hombre de un dolor,
y la palabra de un nombre;
y a veces me pregunto:
cómo será la vida...
cuando conoce un siempre.
Sin ti
Me ha encontrado la paz
en una esquina
de una calle vieja,
pensando sólo en el pasado
del corazón
y del alma.
Qué hacer con la distancia,
que cada vez que te vas
me acerca más a la muerte,
he levantado una ceja
y aprendido a vivir sin el olvido,
y sonreír al verte.
He llorado en calma
dormido o despierto,
he muerto de saber
y he vuelto por lo que siento.
Te regalo mi olvido
Te regalo mi olvido
con la única vez
que te voy a mentir,
y sabré para siempre
que no estarás más.
Seré un hombre solo,
que tendrá latidos
y un recuerdo de tu nombre
en algún sonido,
gastaré todas las palabras
que algún día compartimos
y usaré el silencio
para ser feliz.
Usaré mis zapatos viejos
y entenderé la tristeza
del pasado que se fue,
de cada mañana,
y recordaré,
recordaré
que ya te he olvidado.
Soledad
Yo no tengo miedo
y eso me asusta en tus ojos,
me río del dolor aunque me duela,
porque sé que pasa.
He vivido de las metáforas del tiempo
y lo superfluo de una realidad,
no me canso de vivir
ni de ser hijo de la muerte.
Son mis tumbas
las que lloran el futuro,
y no el destino
que se diluye en los deseos ajenos.
No me arrulla la noche
ni me despierta la mañana,
con tan sólo decir tu nombre…
ya no llores.
Porque es distinto el camino,
del que sólo va sufriendo
y del que va llorando,
y es el mismo.
Son mis tumbas
las que lloran mi futuro,
y no yo que estoy en él
y completamente solo.
Si ayer sentí
Si
ayer sentí
todo
esto que hoy
puedo
pensar,
tendré
que aprender
a
escribir tristeza
sin
lastimar la vida;
y
tendré que dejar
de
hablar de Dios
con
Dios,
y
convertirme en creación.
Quiénes somos
después
de negar a Dios
sin
ser negados por nadie,
es
éste disfraz humano
que
llora, reza y dice morir,
pero
nunca toca su propio ser
ni
piensa sus propias ideas.
Soy,
y es
todo lo que puedo decir,
no
me atrevo a escribir
lo
que siento,
solo
pienso…
para
no exagerar.
Quería sentir
Quería sentir
unos versos contigo,
y soñar
unas cuantas razones del olvido;
quería ser
parte de lo que yo te escribo.
Si tan solo recordaras mi presencia,
o pensáramos juntos en esta casualidad,
que sin palabras
nuestra distancia
es menos,
y sin sabernos
mi ilusión crece.
Pero no,
tú te
escapas de mi voz
y fluyes entre mis pestañas
como una silueta a contraluz.
tú de espaldas
al silencio
y yo de espaldas
al amor
sin resignación.
Eres tú,
yo se que eres tú
y son tus dedos
esa parte de tus labios
que me niegas,
y tus ojos
esa promesa de futuro
que escondiste
en un solo lugar.
Sueños
Son las noches
y no los días
los que me dejan pensar,
más que en mí
en los demás,
más que nada
en lo sencillo
y las distancias
del amor.
Será un favor
del silencio
o una forma de soledad;
serán tal vez
palabras extraviadas
en el tiempo,
o serán con mis manos
una simple razón.
Es el insomnio
de mis dedos,
que no me dejan dormir,
y soy cuando digo,
y existo cuando
uso un pensamiento,
escribo “sueño”
y
duermo,
después de todo…
duermo.
Triste
Triste,
es una palabra precursora
que me inspira,
al ver mi figura ensombrecida,
sin saber del futuro de esta mirada;
creyendo que lo que vivo
es solo la metáfora
de estas letras frías.
Triste;
la tristeza es liviana,
que aun
no sé si la entienda,
no sé si la sienta,
o la he sentido;
pero su esencia
no le alcanza mi dolor,
o es que mi vida,
en tan pocos años
ha sido demasiado larga.
Toda mi sonrisa miente,
porque me han quitado
las raíces,
y mi única flor de otoño
se ha ido.
Porque no estamos
todos escritos,
ni descritos, en la frontera
de la imaginación de Dios
y
la creatividad del hombre.
No somos
barro de esa historia,
ni la costra de un suicida;
la verdad no es absoluta,
no es inmune al tiempo;
y las mentiras
no son siempre un pecado.
Esta noche no
se va
y han caído varias lunas,
el aroma del café se hace débil
y ronda la muerte.
La vida es un ser eterno
y la muerte su forma de parpadear,
pero nosotros,
nosotros somos esto
que no se explica,
un suspiro de existencia,
una palabra del futuro,
una búsqueda…
un sueño.
Diferente
Ella es:
todo lo demás
a lo que siempre dije;
se toca el pensamiento
con el inevitable deseo de vivir;
mira el cielo,
cierra los ojos
y dice NO.
y qué harías
tú?
si después de llenar
la tristeza de ti,
la ves estallar
salpicando todo tu mundo
de todas tus nostalgias,
y después de
todo,
de todo y de todos
aun estas tú.
ella me atrae
con esa gravedad de la distancia,
con ese silencio,
con esas preguntas interminables
que ya no
buscan respuestas,
cuando como una existencia,
al ser, solo al ser,
te dan en su conjunto
una respuesta.
Ella es un poema
que da razón a la locura,
el preludio de una idea
que al buscarse
en el fondo de una vida,
se hace nube de
una calle humedecida.
Ella es lo que me inspira,
sin decir nada,
a buscarme una palabra;
porque ella es
como pocos
además de diferente…
diferente